Celebro, recuerdo y agradezco a aquellas mujeres que dieron su vida en busca de mejorar nuestros derechos universales, aquellas mujeres que nos cuidaron y educaron con su ejemplo, a aquellas que diariamente nos enseñan e inspiran a ser mejores mujeres, profesionales y seres humanos.
Hoy es 8 de marzo, chequeo los mensajes hace un momento y me encuentro con una polémica en un chat comunitario: felicitar o no felicitar, alegrarse o indignarse, lucha de mujeres y no protagonismo de varones, etc., etc., …entre todos esos mensajes encuentro uno que me conmueve especialmente y dice: “…celebra este día por todos tus logros conseguidos, porque no te rindes, porque perseveras, porque luchas en favor de otras mujeres, porque la vida no siempre te lo pone fácil y aún así sigues poniéndole ganas a todo lo que haces, porque te equivocas, lo reconoces y reparas, porque piensas que trabajar no sólo es una obligación personal y familiar sino social, porque eres una inspiración para otras mujeres y porque valoras y reconoces la lucha que otras mujeres hicieron para que tú tuvieras una mejor vida hoy».
Es verdad, hoy recordamos que hay mucho trabajo por hacer, pero creo que es importante valorar nuestros logros como mujeres a lo largo de la historia, así como valoramos nuestros logros a lo largo de nuestra vida. Hoy en día, debemos estar agradecidas, algunas de nosotras que podemos hacer llegar nuestra voz más allá de las paredes de nuestro hogar, que podemos ver ir a la escuela a nuestras niñas, que hoy nuestro voto cuenta, que podemos tomar decisiones cotidianas y trascendentales con libertad y sobre todo debemos estar agradecidas por esos modelos de mujeres fuertes, trabajadoras y perseverantes que tuvimos la suerte de tener en nuestras familias y fuera de ellas, que nos inspiraron y nos siguen inspirando a luchar por esta nuestra causa. Hoy debemos celebrar, reconocer y agradecer la lucha de todas esas mujeres que hicieron que hoy tengamos mejores condiciones de vida que las que ellas tuvieron.
El otro lado de la realidad, la que no podemos olvidar, es que no todo está logrado, ser mujer en el Perú en 2024 no es fácil y ser mujer en el mundo en el siglo XXI para muchísimas mujeres puede significar una condena de por vida. Es evidente que aún hay mucho camino por recorrer en lograr sociedades más igualitarias, este es un camino largo que a veces puede sentirse solitario y a veces nos perdemos dando vueltas en círculo y es que en sociedades patriarcales como las nuestras debemos estar conscientes en cada momento para no perder el norte.
El día a día es el que cuenta, el trabajo en nuestros hogares y espacios compartidos en comunidad son muy importantes. Existen algunos pendientes que aún debemos seguir haciendo como educar a nuestros niños y niñas sobre el valor de la igualdad, enseñar a nuestros niños que el respeto a las mujeres es porque son personas iguales que ellos y no una condescendencia. Debemos promover juegos que rompan los estereotipos patriarcales, permitiendo que los niños varones desarrollen su sensibilidad y ternura y no se avergüencen de ella ni mucho menos la consideren como una muestra de debilidad, ya que estas serán tan necesarias para que en el futuro se conviertan en padres amorosos y sensibles y que las niñas elijan desde la libertad y sin ser juzgadas personaje, juego o deporte favorito. En casa debemos también incentivar la carga compartida de las tareas del hogar entre todos sus integrantes. En los centros laborales mujeres y varones tener el valor para visibilizar la violencia oculta hacia las mujeres. Y sí, creo que, en esta lucha por la igualdad, aunque ha sido y es una lucha histórica de las mujeres, la implicación de los varones es también importante.
Que este 8 de marzo recordemos y celebremos los logros de esas mujeres por conseguir derechos para nosotras hoy podamos vivir en más libertad y por nuestras pequeñas luchas y logros diarios por tener una vida inspiradora y finalmente, porque renovemos nuestro compromiso para seguir luchando por conseguir que cada vez más mujeres en nuestro país y en mundo puedan vivir en libertad e igualdad.